Patatas Hasselback

Patatas Hasselback

Patatas Hasselback

Patatas Hasselback

Procedentes de Suecia, de la escuela-restaurante Hasselbacken, son posiblemente la máxima expresión de la simplicidad culinaria con una presentación aparente con un trabajo mínimo y sencillo.
 
La historia de estas patatas la podéis encontrar en la receta que de estas patatas publicó @ManuCatman, muy detallada. Y si queréis disfrutar de unas fotos muy logradas de este plato, @Megacampiona hizo un magnífico trabajo.
 
¿Y para qué podemos usar estas patatas? Pues son un excelente acompañamiento para lo que queráis. Y con un poco de imaginación (y jamón, pancenta, queso,…), pueden ser un plato principal de rechupete.
 
Ingredientes (por persona)
  • 1 patata por persona (mediana a pequeña)
  • 1 diente de ajo por persona
  • 10 g de mantequilla por persona
  • Sal, pimienta, sal en escamas
Consideraciones sobre los ingredientes
  • La cantidad de ajo, pues al gusto. Quizás se prefiera un poco menos de ajo, así que es posible que con medio diente de ajo por persona sea suficiente.
  • ¿Os gustan las especias? Pues adaptad la patata a lo que vayáis a comer. Estas acompañaban carrilleras al vino tinto y les puse un poco de tomillo. ¿Acompañan un salmón a la plancha? Pues si os gusta el eneldo, es una buena opción. ¿Unos huevos fritos? Igual con un poco de pimentón y aceite de oliva en vez de mantequilla…
  • La mayor parte de las recetas indican el uso de sal en escamas para sazonar. Antes de meter en el horno… usar sal en escamas habiendo mantequilla y el vapor de agua que van perdiendo las patatas “in the air” no marcará mucha diferencia, ya que parte de la sal se disolverá. Yo prefiero usar sal normal para sazonar entre las lajas y, al final, un poco de sal en escamas para ajustar y dar el toque crujiente y saladito.
  • La receta es muy de mantequilla (los olivos suecos no se caracterizan por su productividad). Si os da un poco de grima tanta mantequilla, se puede hacer parte aceite y parte mantequilla, o aceite sólo.
Al lío
  1. Limpiar las patatas enteras sin pelar, usando un estropajo y un poco de lejía. Hay que rascar bien la superficie de la patata para quitar bien la tierra. Enjuagar bien y escurrir.
  2. Poner la patata sobre una cuchara que tenga aproximadamente el mismo tamaño que la patata.
  3. Cortar la patata con un cuchillo grande y afilado en lajas de aproximadamente 3 a 5 mm, todas lo más iguales posible. Cuando el cuchillo toque los bordes de la cuchara, dejar el corte. No hay que llegar hasta el final para mantener la integridad de la patata.
  4. Poner las patatas ya cortadas sobre una placa de horno (protegida con un tapete de silicona o papel de horno, por aquello de no tener que limpiar tanto luego).
  5. Poner a precalentar el horno. 220 ºC, arriba y abajo, sin aire.
  6. Laminar los dientes de ajo.
  7. Colocar una lámina de ajo en cada corte.
  8. Salpimentar y especiar al gusto, procurando que una buena parte de la sal y la pimienta caigan en los cortes, que es donde se hará la cocción interna de la patata.
  9. Cubrir con un pedazo de mantequilla (entre 8 y 10 g por patata) la patata.
  10. Bajar la temperatura del horno a unos 200 ºC y colocar la bandeja a media altura.
  11. Hornear unos 40 minutos.
  12. Salar con la sal en escamas antes de servir.
Indicaciones
  • La cuchara debe tener un tamaño similar al de la patata. No vale una cucharilla de café para la madre de todas las patatas. Si la patata es muy grande respecto a la cuchara, la parte sin cortar será muy pequeña y se abrirán mucho en el horno, pudiendo llegar a desmontarse. Si la cuchara es muy grande, resultará muy difícil meter el ajo laminado entre los cortes sin romper las lajas por la parte de abajo.
  • Al cortar sobre la cuchara, realizad el corte recto, de arriba a abajo hasta tocar la cuchara y luego levantad el cuchillo de la misma manera. Si balanceáis el cuchillo o lo sacáis por un lateral, la tendencia a que la punta del cuchillo recorra el fondo de la cuchara puede hacer que profundicéis demasiado los cortes. Así que, abajo y después, arriba.
  • Hay que procurar que los cortes sean todos del mismo grosor. De ello depende la correcta cocción de la patata. Si los grosores son desiguales, habrá partes bien cocidas y partes más duras.
  • Si no os gusta demasiado el ajo, poned una lámina cada dos cortes. Hay que tener en cuenta que el ajo ejerce de separador y las patatas saldrán más igualadas si hay una lámina de ajo en cada corte. Además, el ajo, al pasar por el horno, perderá gran parte de su fuerza.
  • Aquí el tiempo de horno no es tan variable. El tamaño de las patatas no importa demasiado, porque la cocción se realiza sobre las lajas que tienen un grosor relativamente pequeño, por lo que el calor penetra hasta el interior de la patata de forma rápida y la cocción se realiza de forma uniforme. Los ajos, que actúan como una cuña, permiten que el aire caliente del horno pase por los cortes y permite una cocción más rápida, a la vez que permite la entrada de la sal y la pimienta al interior de la patata.
Progreso
Patata en la cuchara
Corte
Ya cortada en la placa de horno
El ajo como separador de lajas
Sazonadas y con la mantequilla por encima, listas para el horno
¡A vuestra salud!

7 comentarios

  1. Este verano supe de estas patatas por un sueco, me parecen buenisimas y muy fáciles de hacer.
    Te doy las gracias por lo didáctico que eres.

Responder a Elena Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *