Gambas al ajillo

Gambas al ajillo

Gambas al ajillo

Gambas al ajillo

Comidas de domingo.
 
Hay tapas, que aún siendo viejos clásicos, nunca me cansaré de comer. Además, son normalmente elaboraciones sencillas.
 
Las gambas al ajillo es uno de estos platos. Pocos ingredientes, sencillas de hacer y un vicio mojandero a la hora de comer.
Ingredientes
  • 200-300 g de gambas peladas (si son gorditas, mejor)
  • 1/2 cabeza de ajos (unos 5, 6 dientes de ajo)
  • 1 cucharadita de pimentón
  • Aceite de oliva
  • Sal
Consideraciones sobre los ingredientes
  • La cantidad de aceite debe ser suficiente como para que las gambas cubran completamente el fondo de la sartén y apenas afloren sobre el aceite.
Al lío
  1. Pelar los ajos, partir en dos longitudinalmente, retirar el corazón y cortar en láminas.
  2. Calentar en una sartén aceite de oliva a fuego medio.
  3. Poner a freír los ajos laminados cuando al ponerlos bailen. Salar.
  4. Dejar freír hasta que empiecen a tomar un poco de color (poco).
  5. Añadimos las gambas y subimos el fuego para evaporar el líquido que puedan soltar las gambas.
  6. Una vez evaporado el líquido y las gambas hayan blanqueado, retiramos del fuego.
  7. Añadimos el pimentón cuando el aceite haya perdido algo de temperatura y removemos.
  8. Servir caliente.
Indicaciones
  • Conviene bajar la temperatura antes de poner el pimentón para evitar que se queme y amargue.
  • A mi me gustan las gambas apenas hechas. Tan pronto desaparece el líquido que dejan las gambas, yo retiro del fuego.
  • Descorazonar los ajos es una práctica que se supone evita que el ajo repita. No tengo claro que esto sea cierto (y menos en una plato de ajos fritos y pimentón en el que te comes el aceite, si te tiene que sentar mal, lo de menos es el corazón de los ajos), pero me resulta útil para que los ajos se incorporen más fácilmente a la salsa, ya que el corazón suele ser más durito.
  • Al no haber cogido mucho color, los ajos tienden a deshacerse como parte del caldo al poner las gambas. Yo lo prefiero así porque de esta manera se espesa más la salsa, haciendo un fondillo de aceite y ajo muy sabroso. Si preferís que el ajo siga teniendo su forma, hay que dejar dorar más el ajo para que quede un poco más tostón y evitar así que se deshaga. Eso sí, el aceite seguirá siendo aceite. Opciones, opciones.
Progreso
Ajos cortaditos
Fritura de los ajos
Acabado

¡A vuestra salud!

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